Filipinas, como muchos otros países del sudeste asiático, ha perdido gran parte de sus recursos forestales en las últimas décadas. La selva tropical, con su biodiversidad única de animales y plantas, ha sufrido las consecuencias de la tala ilegal. Para compensar al menos esta pérdida y estabilizar la situación, las autoridades filipinas han aprobado una insólita ley que obliga a cada graduado de instituto, colegio y universidad a plantar 10 árboles antes de recibir su diploma.
La ley estipula específicamente que el cultivo y la preparación de los plantones, así como las cuestiones de transporte relacionadas con la plantación, correrán a cargo de los servicios forestales competentes. Los escolares y estudiantes sólo tendrán que ir al lugar y participar en el proceso de plantación, que por supuesto no es tan difícil en sí mismo. Los promotores del nuevo proyecto de ley creen que se plantarán 175 millones de árboles al año en Filipinas con la ayuda de las nuevas generaciones. En la actualidad, sólo el 50% del país está cubierto por bosque tropical, pero sólo una fracción de éste es plantación natural. Como la economía filipina depende en gran medida del sector agrícola, el país destina periódicamente nuevas zonas a plantaciones agrícolas. Esta pequeña nación insular de más de 100 millones de habitantes es el principal exportador de cocos, arroz y plátanos de la región, que se cultivan en lo que antaño fue una selva tropical. Pero algunos de los árboles han desaparecido, no por la agricultura sino como consecuencia de la tala ilegal. La situación de la selva tropical en Filipinas preocupa mucho a los científicos porque las islas son un lugar único en el planeta en cuanto a biodiversidad y endemismo de especies autóctonas. No olvidemos que los bosques filipinos no sólo son un tesoro nacional, sino también una protección contra los poderosos ciclones tropicales. Son los manglares de la costa los que reciben el primer golpe y minimizan los daños. Un mal barrio: cómo un lago rico en peces se convirtió en pocos días en una masa de agua muerta Aparte de aprobar una nueva ley, las autoridades del país ya han hecho mucho por restaurar el fondo forestal. En la última década se ha puesto en marcha un sistema de control de las talas ilegales que funciona con éxito en las islas principales.
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