Pueden surgir sentimientos fuertes y vivos entre personas de edades, pesos y colores muy diferentes. No se fijan en los defectos del otro y todo en su pareja les parece perfecto y especial. En este caso, nuestros personajes de hoy, James y Chloe, se enamoraron el uno del otro a pesar de la notable diferencia de estatura. Ningún estereotipo les impidió unirse en matrimonio en la iglesia de Santa Margarita, en el norte de Gales. El novio James y su amada llevaban saliendo tres años antes de que él decidiera proponerle matrimonio.
Para la ceremonia tuvo que llevar una escalera de mano para estar al mismo nivel que la novia. Una vez pronunciados sus votos matrimoniales, los felices recién casados sellaron su relación con un tierno beso. James trabaja como actor y actúa en pantomimas navideñas, mientras que Chloe es profesora en prácticas. Será recordado como el día más feliz de sus vidas. Los premios más importantes del Imperio Ruso Por cierto, el novio no se avergonzaba lo más mínimo de su estatura, incluso se disfrazó de gnomo y participó activamente en el entretenimiento de los invitados a la boda. Los padres de James son personas perfectamente sanas y él mismo padece una rara enfermedad genética que le ha causado su baja estatura. Pero esto no asusta a los amantes. Planean tener hijos en el futuro. Chloe asegura que querrán a sus hijos nazcan como nazcan. Un joven cortejó a su futura esposa durante mucho tiempo. Le propuso matrimonio arrodillándose y entregándole un anillo junto al lago del parque. La diferencia de estatura, dos pies, no afectó a la decisión del amante de decir que sí. Y sus padres no tuvieron más remedio que aceptar la elección de su hija. Al fin y al cabo, lo más importante es que ella sea feliz. Una pareja única demuestra una vez más que el amor no es sólo para todas las edades. La apariencia de las personas pierde importancia cuando dos almas enamoradas quieren estar juntas para siempre.
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