En algunos países, por fin se han empezado a relajar las medidas de cuarentena y el mundo vuelve lentamente a la vida. Pero no en todas partes: en algunos lugares, las instalaciones de restauración siguen cerradas, los actos públicos y los paseos por lugares públicos están prohibidos. El mundo humano ha cambiado, pero no el natural: ha llegado la primavera, el sol aprieta el verano en algunos lugares y la gente se asoma a balcones y azoteas para tomar el sol y respirar aire fresco. Desde hace un par de meses se han convertido en el centro del universo: la gente trabaja, lee, toca el violín, canta y ve películas en los balcones. Tiene cierto encanto, cuando un balcón corriente se convierte en algo más. Y esto es algo en lo que, por cierto, hay que pensar: mucha gente tiene ahora mucho tiempo libre, que podría emplear sabiamente convirtiendo su balcón en una veranda. Al fin y al cabo, cuando la pandemia amaine, siempre tendrás un lugar acogedor donde pasar esas tardes de verano y una buena taza de café al aire libre. Vea cómo la gente ha colocado su pequeño mundo, sus aficiones y su arte en sus balcones.
Un hombre lee sentado en el alféizar de una ventana en Londres.
Extravagantes trajes vintage de diferentes naciones que trascenderán la moda moderna
Un joven músico toca apasionadamente la guitarra en su balcón de Caracas, Venezuela.
¡Y hay un verdadero concierto de violín en el balcón parisino en general!
Niños desayunando en un balcón de Nueva York.
Ntsika Ntsele, de 13 años, de Soweto (Sudáfrica), toca el saxofón mientras su vecino se asoma por encima de la valla.
Clases con un formador en Nantes, Francia.
Un niño juega con una cabra en un tejado de Delhi.
Un brasileño de 55 años toca el violín mientras pasa un mensajero en bicicleta. Río de Janeiro.
Un partido de cricket en la azotea de un edificio de apartamentos. Delhi, India.
Habitantes de Ciudad de México realizan actividades improvisadas justo en la azotea del edificio.
Los habitantes de Ronda saludan a sus vecinos.
Hindúes rezan en sus balcones en Ahmedabad, India.
Un pianista aficionado de Barcelona toca para sus vecinos.
El cantante de ópera Stéphane Senechal da conciertos desde su ventana, París.
Un DJ de Nueva York retransmite un set en directo desde la azotea.
Una violonchelista uruguaya toca para sus vecinos.
Residente de Brooklyn leyendo tumbado en una hamaca, Nueva York.
Una pareja charla en una ventana abierta en Hamburgo, Alemania.
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