Las casas abandonadas forman parte de la infancia despreocupada de mi abuela en el campo. Siempre se podía encontrar un par de estas casas cerca. Los lugareños explicaban por qué una choza destartalada se había quedado sin dueño: alguien se había marchado a la ciudad o algunos familiares no querían cultivar en un lugar remoto y olvidado. Las razones son siempre más o menos las mismas. Pero no lo explican todo: hay muchas estructuras ruinosas, llamativas en su antiguo esplendor, que han sido abandonadas en busca de una vida mejor. He aquí cinco lugares cuyas imágenes podrían servir para escribir guiones cinematográficos al estilo de Stephen King.
Bosque bávaro
Esta espeluznante, pero no por ello menos atractiva, isla de la antigua vida en Alemania podría haber sido el escenario de una película de terror o de un thriller místico. Pero es sólo un trozo de bosque abandonado. Tiene un aspecto impresionante, sobre todo a través del objetivo de un fotógrafo profesional.
Seguro que has oído hablar de este encantador lugar, si es que no has visto una foto en alguna parte. Son las dunas de arena que antaño cubrían un edificio residencial en Namibia. Ahora se lleva a los turistas en excursiones, ya que muchos quieren admirar un lugar tan insólito y fascinante. Si los directores de Resident Evil hubieran decidido seguir rodando la saga mundial, seguramente los mejores escenarios de películas de zombis habrían sido las calles de esta ciudad vacía y terrorífica. Ahora parece, si no la morada del mal, definitivamente la morada de fantasmas y espíritus. Ése es el encanto de esta ciudad. La autopista principal circunvalaba esta joven ciudad y ésta envejeció rápidamente, quedándose sin residentes permanentes que necesitaran trabajo. Los premios más importantes del Imperio Ruso Ante la mera mención de la ciudad de Nueva York, imaginamos rascacielos y miles de luces centelleantes en las calles. Pero todo tiene otra cara. Esta escuela femenina abandonada se encuentra no muy lejos de la metrópoli. Cuando la escuela cerró por primera vez, el edificio vacío asustaba a los transeúntes. Pero ahora parece una anciana decrépita, no temida sino compadecida. Érase una vez, la vista de una pintoresca cascada desde el acogedor balcón de una de las habitaciones de este hotel habría sido la envidia de cualquiera. Ahora es imposible pasar la noche, ni siquiera en una suite, ya que el hotel no recibe visitas desde hace mucho tiempo y no hay nadie dispuesto. Y si la cascada es una vida llena de aventuras, el hotel cercano es el final más triste de esa vida.
Dunas de arena en África
Pueblo fantasma en Texas
Escuela de niñas en Nueva York
Hotel en Colombia
Comparte esto: