Si eres artista, cualquier cosa puede ser un material para ti. Para Andoni Bastarrick, por ejemplo, es arena. Y su obra es mucho más ambiciosa e impresionante que el típico castillo de arena en la playa. La obra de Andoni siempre está estrechamente ligada a la naturaleza, desde toros a tiburones que parecen a punto de moverse y acabar a nuestros pies. No son simples estructuras de arena, ¡son verdaderas esculturas!
Bastarrica dice que sus aventuras artísticas con la arena comenzaron hace diez años. Su debut entonces fue una pequeña sirena. Le hizo darse cuenta de que está dotado de lo que él mismo llama la «fluidez» de sus manos. El artista afirma que sus manos poseen una extraña habilidad para saber qué hacer y cómo hacerlo. Desde entonces ha dedicado su vida a desarrollar este talento y, cabe señalar, ha logrado un éxito increíble en este empeño. No hay más que ver estas esculturas de arena, a veces son indistinguibles de los animales reales.
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