Es tan difícil mantenerse en el flujo de la vida moderna y al mismo tiempo disfrutar de ella, tener tiempo para ver su belleza. Sin embargo, hay gente en el mundo que ha decidido plantar cara a las prisas y crear una asociación de «ciudades lentas».
¿Qué es Cittaslow?
El movimiento que ha conseguido que las ciudades «vayan más despacio», o simplemente que alguna ciudad aún no haya aprendido a vivir al ritmo de su corazón, se llama Cittaslow. Procede de otro movimiento popular relativo a la «ralentización» en la alimentación. La Asociación Slow Food surgió hace casi cuatro décadas: fue fundada en 1986 en Barolo, en la provincia italiana de Cuneo. El escritor Carlo Petrini, que la elaboró, se sintió provocado por la invasión de cadenas de comida rápida al estilo americano en Roma. Su manifiesto, que junto con sus obras posteriores sigue sirviendo de inspiración al movimiento mundial, lamentaba que estemos «esclavizados por la velocidad y que todos hayamos sucumbido al mismo virus insidioso: la vida rápida, en la que debemos comer comida rápida, que reduce el tiempo para la conversación, la comunicación, la reflexión tranquila y el placer sensual, reduciendo así el hambre del alma».
El caracol es un símbolo de movimiento. Foto: havadiskibris.com Basándose en el concepto de comer sin prisas, se crearon las «ciudades lentas». El movimiento celebró su primera reunión en Orvieto en 1999. Como coordinador del proyecto se eligió a Paolo Saturnini, alcalde de una de esas ciudades. Al mismo tiempo, se incluyeron en la asociación unas 30 ciudades italianas. La carta de esta asociación define la globalización como un fenómeno que ofrece «excelentes oportunidades de intercambio y difusión, tiende a suavizar las diferencias y oculta las características específicas de las realidades individuales». Por cierto, antes le hemos hablado de antiguas ciudades rusas que puede ver en un par de horas. Los siete objetivos específicos declarados en el movimiento Slow Cities incluyen métodos de reciclaje y reutilización, apoyo a la producción local y fomento de la hospitalidad. Las megaciudades desde luego no entran en esta asociación: no con su ritmo. Las ciudades comparativamente pequeñas tampoco podrán «frenar». Sólo los pequeños, con menos de 50.000 habitantes. Son aceptados en sus filas a cambio de cumplir los requisitos para promover los objetivos de la asociación. Y luego tienen derecho a utilizar el nombre «slow city» y el logotipo. También tienen derecho a participar en las iniciativas emprendidas en el seno del movimiento, utilizando sus modelos y estructuras según los procedimientos acordados. Un mal barrio: cómo un lago rico en peces se convirtió en pocos días en una masa de agua muerta Svetlogorsk es la «ciudad lenta» de Rusia. Foto: youtravel.me De momento hay una ciudad rusa en la lista de «lentas». Y no es una ciudad de Yakutia, donde el invierno es largo y prolongado, ni una ciudad de los Urales rodeada de altas montañas. Nuestra «ciudad lenta» está a orillas del mar Báltico. Y eso es Svetlogorsk. También sugerimos averiguar cuáles son las ciudades más densamente pobladas del mundo. ¿Le gustaría vivir en una «ciudad lenta»? Si le apetece bajar el ritmo y relajarse un poco, consulte nuestra selección de viajes a Qatar.
Isparta es la «ciudad lenta» de Turquía. Foto: goadventureturkey.com
Lento en Rusia
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