Capuchino antes del almuerzo
En Italia, el capuchino suele tomarse sólo antes de las 12 del mediodía. Los lugareños lo consideran una bebida matutina. Por la tarde, en cambio, los italianos beben café expreso. Como el capuchino contiene leche, se considera mejor no tomarlo con una comida copiosa, ya que puede provocar pesadez de estómago.
La comida en Italia no se sirve con café en absoluto. La bebida se consume al final de la comida y sólo con el fin práctico de mejorar la digestión.
Foto: dorofeevajana/pixabay.com En Italia, las comidas siguen el orden tradicional: inmediatamente después de los entrantes, se sirve el primer plato, que suele ser pasta, más tarde se sirve una guarnición con carne o pescado y, por último, el postre. El primer plato se prepara con especial cariño y esmero: cada plato tiene su propia salsa y un tipo de queso diferente, que se espolvorea sobre el plato. El pan nunca se sirve con el primer plato, pues ya es un plato harinoso. En el campo mucha gente prefiere comer la pasta al dente. Es pasta ligeramente poco hecha. Les gusta porque es de digestión lenta y dificulta el aumento de peso. Si desea pedir la pasta más familiar, debe especificar cotta bene – bien cocida. Por cierto, en otro artículo escribimos sobre la pasta más rara del mundo. Los italianos no usan ketchup cuando comen pasta. En todo el país este comportamiento es de mala educación. La salsa apenas se utiliza, excepto con las patatas fritas. Tradicionalmente, los espaguetis se cubren con salsa marinara. Se elabora con tomates frescos, ajo y especias locales. En Italia les encantan las salsas, así que un simple sucedáneo de tubo no es una opción. Extravagantes trajes vintage de diferentes naciones que trascenderán la moda moderna Foto: heinanlan/pixabay.com El postre en Italia no es una tarta o pastel, sino fruta. Se sirven como plato completo al final de una comida. Los lugareños son muy reservados cuando se trata de dulces. Para ellos, los pasteles son un capricho festivo, no una comida cotidiana. Los italianos consideran la comida uno de los mayores placeres de la vida. Por esta razón, no les gusta que nada les distraiga del placentero proceso de comer. Por este motivo, no es habitual utilizar teléfonos en la mesa. Contestar al teléfono se considera incluso una indiscreción escandalosa. Lo mismo ocurre con la colocación del teléfono sobre la mesa y la atención permanente a las notificaciones. Curiosamente, en Italia casi todas las familias se sientan a la mesa más o menos a la misma hora, por lo que poca gente se atrevería a distraer a alguien con llamadas a la hora de la cena. También sugerimos averiguar cómo Trieste se convirtió en la capital italiana del café.
Pasta para el primero
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No ketchup
Fruta de postre
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Telefonea
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