La vida de focas y osos polares se ve amenazada cuando su refugio de nieve empieza a desmoronarse poco a poco. Pero, ¿qué tiene esto que ver con el calentamiento oceánico?
¿Dónde está el hielo?
El término «atlantización» se utilizó por primera vez en 2002. Se refiere al aumento de la temperatura de las aguas del océano Atlántico y la consiguiente disminución de los glaciares. Pero un estudio reciente en el que han participado científicos de todo el mundo ha descubierto que las aguas más cálidas del Atlántico han afectado a la temperatura del océano Ártico, elevándola unos 2 grados centígrados.
Foto: mariohagen/pixabay.com Los científicos están muy preocupados por esto, porque un cambio de calentamiento en la temperatura de los océanos provocará cataclismos climáticos. Y antes de lo esperado. A ese ritmo, en el verano de 2050 no habrá glaciares en el océano Ártico y la capa de hielo estará presente allí todo el tiempo, tanto en verano como en invierno. A los investigadores también les preocupa que las predicciones que han hecho sobre el cambio climático y la temperatura no coincidan con la situación actual. Por ejemplo, mientras que la temperatura del agua y la salinidad se habían mantenido relativamente estables hasta principios del siglo XX, los indicadores no han dejado de aumentar desde entonces. Y en la última década, el deshielo se ha acelerado notablemente. Si quieres ver cómo han quedado recientemente los glaciares en aguas del Ártico, consulta nuestra otra publicación. A veces no pensamos en el hecho de que la cambiante situación climática afecta sobre todo a los amigos de lo ajeno. El calentamiento de las aguas del Ártico no sólo provocará la desaparición de los glaciares, sino también la de los animales. Los osos polares y las focas, por ejemplo, que se han refugiado en la nieve, pueden simplemente perecer a causa de su deshielo. Los premios más importantes del Imperio Ruso Foto: 358611/pixabay.com Otro problema es que el hielo mantiene el régimen de temperaturas del Ártico al reflejar los rayos del sol. En consecuencia, el cambio de las pautas meteorológicas afectará a todo el ecosistema ártico. Y la cuestión es que los humanos pronto no tendrán forma de influir en la situación y evitar una catástrofe glacial. Además, el deshielo puede provocar importantes emisiones de gases de efecto invernadero que, a su vez, acelerarán aún más los procesos de calentamiento oceánico, y no sólo eso. En otro de nuestros artículos hablábamos de cómo podría ser nuestro planeta dentro de unas décadas con el calentamiento global.
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