Las trenzas africanas representaban cartas que nadie conocía: así es como muchos nativos del continente desértico conseguían escapar de la esclavitud o huir de su amo. Entonces, ¿cómo se convirtieron los peinados tradicionales en un símbolo de rebelión contra el sistema esclavista imperante?
La larga historia de las trenzas africanas
Los africanos tienen el pelo grueso y rizado que no es fácil de peinar. Y uno de los métodos de peinado más comunes son las trenzas apretadas. Suelen trenzarse en muchas, por toda la cabeza, a veces convirtiéndolas en auténticos dibujos.
Las trenzas tienen una historia increíblemente larga, originada quizá en el mismo lugar que la propia humanidad. Por ejemplo, una de las estatuas más antiguas, la Venus de Brassempouille, tiene trenzas.
La Venus de Brassempui, creada hace 25.000 años. Foto: Ninara/flickr.com Los egipcios, tanto hombres como mujeres, también llevaban trenzas, aunque eran pelucas: por lo general se afeitaban desnudos. El hombre más famoso del pasado fue el bíblico Sansón, que llevaba el pelo largo trenzado en siete trenzas. Por supuesto, las trenzas eran el peinado tradicional del sexo débil en varias naciones, desde la antigua Grecia hasta Rusia. Las trenzas también eran populares en África. Uno de los hombres africanos más famosos con trenzas, cuya imagen ha llegado hasta nuestros días, fue el rey Tewodros II de Etiopía: su cabeza estaba adornada con apretadas trenzas. Hoy en día, estos peinados no están especialmente favorecidos: está prohibido llevar trenzas en algunos centros de enseñanza y los códigos de vestimenta de muchas organizaciones también las prohíben. Como resultado, ha ocurrido lo más previsible: los africanos han abandonado la tradición del trenzado, adoptando a menudo la cultura occidental. Sin embargo, no cabe duda de que deben estar orgullosos de sus raíces, ya que estas trenzas tienen un rico patrimonio cultural y han ayudado a muchas personas a escapar o incluso a huir de la esclavitud. ¿Cómo lo han conseguido? Los premios más importantes del Imperio Ruso ¿Recuerdas cuando te hablamos de la opulenta época rococó y su alocada moda de los peinados altos que a veces representaban tramas enteras? Por ejemplo, en honor de una de las victorias francesas en el mar, las parisinas empezaron a llevar.. barcos en la cabeza. Y los esclavos africanos llevaban.. mapas en la cabeza. Y a diferencia de las francesas, lo hacían con mucha discreción y habilidad, no a la vista del público: sólo los ilustrados podían entender el mapa. Foto: africanexponent.com Se trata de aquellas personas de África que fueron traídas a Sudamérica a la fuerza para trabajar en plantaciones. Sus dueños les afeitaban la cabeza, por un lado para que los esclavos estuvieran más limpios, pero por otro para desconectar a los africanos de su historia, su cultura y su pasado. Pero no todas accedieron a afeitarse la cabeza, muchas optaron por otra vía: se hacían trenzas apretadas, quedando pulcras y arregladas. Y esas trenzas han sido una verdadera salvación para muchos africanos en lo que hoy es Colombia. ¿Y sabes que en Abjasia también viven negros? Lea en nuestro otro artículo quiénes son y cómo llegaron al Cáucaso. En el siglo XVII, los portugueses trajeron otro cargamento de esclavos, incluida la captura de un miembro de la familia real de Benkos Bioho. Los Biojo gobernaban las islas de Bijagos, situadas frente a la costa de África Occidental. Bencos organizó una huida de las plantaciones, escapando al norte de Colombia. Aquí fundó un pueblo donde muchos otros esclavos fugitivos encontraron un hogar. Este pueblo sigue existiendo hoy en día: se llama San Basilio de Palenque. Pero no sólo fundó la comunidad, sino que sus habitantes inventaron su propia lengua, el palenquero, crearon su propio ejército y ayudaron en todo para liberar a los esclavos. Pero quizá lo más asombroso que se le ocurrió a Bencos fueron los mapas y patrones de tráfico que desconocían los propietarios de esclavos, pero que los propios esclavos entendían a la perfección. Utilizaba las trenzas de las mujeres africanas como mapas. Las trenzas, trenzadas en diferentes patrones y secuencias, se convirtieron en una escritura especial que sólo los esclavos entendían. Los africanos no sabían leer ni escribir y, aunque hubieran podido, el riesgo de que sus cartas fueran descubiertas habría sido demasiado grande. Y las chicas con un elaborado dibujo en la cabeza podían comunicar información importante sin necesidad de letras. Por ejemplo, había un peinado llamado departes, que se traduce literalmente como «retirarse». Eran trenzas gruesas y apretadas que se trenzaban fuertemente alrededor de la cabeza y se ataban en racimos en la parte superior de la cabeza. Un peinado así era una señal de huida. A veces se trenzaban trenzas rizadas para representar el camino por el que se planeaba una huida. Pero el pelo no sólo servía de mapa y señal, también era una caja fuerte: en él se escondían oro y joyas, así como valiosas semillas. Todo esto ayudó más tarde a sobrevivir a la huida. Es cierto que no hay consenso en cuanto a la veracidad de la historia, y algunos sugieren que es sólo una leyenda entre los ex esclavos. Pero los propios africanos que viven en Colombia creen que sus antepasados fueron auténticos héroes y ayudaron a sus compatriotas con la ayuda de esos mapas. Fuente: https://www.washingtonpost.com.. ¡Viajar al sur puede ser obscenamente barato! No deje de reservar las ofertas de nuestra selección de viajes a Sochi.
Teodros II, rey de Etiopía de 1855 a 1868 Foto: wikipedia.org
Mapas y suministros sobre sus cabezas
Escultura de Benços Biojo en San Basilio de Palenque. Foto: Carlos Bustamante Restrepo/flickr.com
Foto: dailyiowan.com
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