La historia del helado se remonta al menos a hace 4.000 años, ya que los primeros postres a base de nieve y hielo se servían en la antigua China. Hoy en día, el helado es una de las golosinas favoritas de niños y adultos, y los productores de distintos países intentan encontrar nuevos sabores inusuales, que vayan más allá del helado clásico. Incluso ahora, en Rusia, hay empresas que ofrecen helados con sabor a boletus, kvas, acianos e incluso piñas. ¿Y con qué está dispuesto a sorprender el resto del mundo?
Helado con queso de cabra y remolacha
El helado Taoke a base de queso y sirope de remolacha se fabrica en Denver, EE UU. Combina sabores dulces y salados y gusta a todos los amantes de la ensalada de remolacha.
Fish and chips, o debería decir Chips, es el plato nacional de Gran Bretaña, y por eso un inglés decidió producir helado de su sabor favorito. En un cono de gofre se ponen tres sabores de helado: de patata con trocitos de bacalao, de lima y de vainilla para el postre. Se añade una rodaja de patatas fritas para embellecer. Este helado se sirve en todo el mundo, desde Japón y China hasta Noruega y Estados Unidos. Se sirvió por primera vez en una recepción de la Casa Blanca en 1810 y gustó tanto a todos los asistentes que se convirtió en una moda popular. Su elaboración es muy sencilla: las ostras y la crema de mantequilla se baten juntas y luego se congelan. Los premios más importantes del Imperio Ruso Este helado se elabora en Nagaland, un pequeño estado del este de la India. Se parece a una mezcla de curry con otras especias y leche de coco. Hoy en día, el helado de queso con sabor a philadelphia o gorgonzola se puede encontrar en muchos países y cafeterías, pero hasta hace poco, este manjar de queso sólo se servía en Filipinas, donde era muy venerado. Incluso ahora, el helado de queso filipino es diferente de los demás: se elabora con auténtico cheddar. Los filipinos también aconsejan a todos los turistas que prueben el crujiente patu. Esta extraña combinación es popular tanto en Japón, donde se prefiere el salmón fresco, como en Canadá. Fueron los canadienses los primeros en servir sándwiches de salmón con una bola de helado salado, y luego empezaron a añadir trozos de pescado a la mezcla helada. El helado se ha hecho tan popular que algunos productores se han tomado la molestia publicitaria de decorar el postre con galletas en forma de pez. Los estadounidenses son grandes aficionados a la comida rápida y a menudo se debaten entre comer pizza, hamburguesa o helado. Un chef de la ciudad de Filadelfia resolvió el dilema elaborando helados con sabores de pizza y hamburguesa. Tradicionalmente, se sirve con una ración de patatas fritas. Este sabor ha gustado a todas las embarazadas y les ha recordado al helado con pepinillos, aunque en realidad los jalapeños se hacen con pimientos verdes. Curiosamente, el postre no se popularizó en México, cuna del plato picante, sino en América, donde se elabora con queso de cabra. A los japoneses les encanta la tinta de calamar y por eso la añaden a todo, desde la masa de pizza hasta la pasta. El plato final se vuelve negro como el carbón y tiene un ligero sabor a pescado. Si por separado estos platos son preciosos y una explosión para el paladar, ¿por qué no mezclarlos? Así pensó Maine, EE.UU., y empezó a servir un manjar poco habitual. A pesar de su extraño aspecto y de su sabor aún más extraño, la golosina no tardó en encontrar admiradores. Y ahora los viajeros que van a Maine buscan sin duda el helado de langosta como uno de los productos imprescindibles. ¿Ha leído qué 22 variedades de queso adoran los habitantes de distintos países?
Helado de pescado y patatas fritas
Helado de ostra
Helado con sabor a curry
Helado de queso
Helado de salmón ahumado
Helado con sabor a pizza o hamburguesa
Helado con jalapeño encurtido
Helado de tinta de calamar
Helado de langosta
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