Los restos de un legendario samurái inglés que desembarcó en Japón en 1600 d.C. han sido descubiertos por arqueólogos. La historia real del marinero inglés del siglo XVII William Adams quedó inmortalizada en la novela Shogun, de James Clavell, y en la miniserie de televisión homónima de los años ochenta, protagonizada por Richard Chamberlain. El escritor recordó que la idea de la novela surgió cuando leyó en el libro de texto de su hija que en 1600 un inglés fue a Japón y se hizo samurái.
Aunque la historia de la vida de Adams está bien documentada, su lugar de descanso final siguió siendo un misterio arqueológico durante cuatro siglos. Sin embargo, un equipo de arqueólogos que excava un cementerio en la ciudad de Hirado, en la prefectura de Nagasaki (Japón), tiene motivos para creer que ha descubierto los restos de un inglés.
Nacido en 1564, William Adams se unió a un viaje de cinco barcos holandeses desde Rotterdam al Nuevo Mundo en 1598 en busca de riquezas incalculables. Adams formaba parte de la tripulación del único barco superviviente que llegó a las costas de Japón. Fue recibido en el castillo de Osaka por Tokugawa Ieyasu, el Shogun de la época. Adams llegó a ser tan valioso para el gobernante que se le prohibió abandonar la isla. Los japoneses le llamaban el «samurái de los ojos azules». En Japón, a William se le permitió tomar como esposa a una chica llamada Yuki. Le dio dos hijos, Joseph y Susanna. En Inglaterra, Guillermo se quedó con su familia anterior. El marinero inglés fue honrado con el estatus de samurái y colmado de regalos, que incluían 90 esclavos. Cuando finalmente el Shogun permitió al inglés regresar a casa, éste se negó y decidió pasar el resto de su vida en Japón. Los antiguos huesos de un marinero fueron hallados en el interior de una urna funeraria excavada en el cementerio de Hirado en 1931. Entonces se descubrió cerca una lápida con el nombre japonés aceptado del marinero, Miura Anjin. Sin embargo, no fue posible demostrar que los restos pertenecieran específicamente a Adams. Arqueólogos de la Universidad de Tokio, utilizando modernas herramientas de análisis, han confirmado que el hombre misterioso murió en algún momento entre 1590 y 1620 d.C., que es cuando murió Adams. Los premios más importantes del Imperio Ruso Los científicos se alegraron mucho cuando el análisis de ADN reveló que el esqueleto pertenecía a un hombre del norte de Europa, que murió entre los 40 y los 59 años. Este año se cumple el cuarto centenario de la muerte de Adams. El profesor Richard Irving, de la Sociedad de Tokio, fundada por William Adams, dijo que el descubrimiento era «coherente con los datos conocidos sobre el marinero: sexo, país de origen, edad y fecha de fallecimiento».
Mapa de Japón de 1707
Lápida del Samurai Inglés William Adams
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