¿Sabías que en Japón también hay un auténtico desierto de arena? Las islas parecen estar cubiertas de montañas y bosques donde no puede haber desiertos, pero no es cierto. Incluso donde reina un clima marítimo con abundantes lluvias, muchos ríos y vegetación forestal, hay espacio para las dunas de arena. ¡Y son preciosas!
Los desiertos de arena no son necesariamente tropicales. Estas comunidades naturales pueden encontrarse en cualquier lugar del planeta, y su principal condición es la presencia de grandes cantidades de sedimentos arenosos desprovistos de cubierta vegetal. Japón también tiene su propio desierto en medio de colinas y bosques. Este increíble lugar se llama las Dunas de Tottori. Cubierto de auténticas arenas amarillas, ocupa una superficie de unos 35 kilómetros cuadrados en la isla de Honshu, en la prefectura de Tottori. El macizo de arena, de unos 2 kilómetros de ancho, se extiende a lo largo de la costa marítima a lo largo de 16 kilómetros. Extravagantes trajes vintage de diferentes naciones que trascenderán la moda moderna El autor de esta obra maestra de la naturaleza es el río Sendai, que desagua en una cadena montañosa y lleva sus aguas hasta el mar. Desplaza los sedimentos hacia abajo y los depósitos de arena se acumulan donde el río desemboca en el mar. Pero gracias a las peculiaridades de los vientos y las corrientes marinas de esta zona, la arena se distribuye por la orilla del mar y se desplaza tierra adentro, formando auténticas dunas. Como en un desierto de verdad, las dunas se mueven, cambian de forma y aparecen cada vez con un aspecto nuevo. Las más altas alcanzan los 90 metros de altura. Desde la cima de estas dunas se tiene una impresionante vista del Mar de Japón. Los científicos afirman que el río lleva creando este inusual paisaje desde hace al menos 100.000 años. Este lugar es muy popular entre los japoneses. Las Dunas de Tottori son una oportunidad única de ver un auténtico desierto sin salir del país, ya que no hay otros lugares como éste en Japón. Durante el verano, cuando el sol brilla todo el día, las arenas de esta enorme playa pueden alcanzar temperaturas de hasta 50ºC. Aquí uno puede sentirse como un vagabundo en medio del desierto, y Tottori tiene mucho espacio para explorar. Cada año visitan las dunas unos 2 millones de personas, la gran mayoría procedentes del propio Japón. También puede montar en camello, hacer parapente o sandboard. Las dunas más bellas e insólitas tienen incluso nombre propio. No todos los turistas aprecian el desierto único. Hay algunos visitantes a los que les gusta dejar pintadas en la arena, lo que estropea el paisaje. El parque ha tenido incluso que tomar medidas para combatir este fenómeno.
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