La capital de los Emiratos Árabes Unidos alberga numerosos edificios interesantes y modernos, llamativos por su opulencia y ostentación. Entre ellas destacan las dos torres gemelas llamadas Al Bahar, que, aunque no son las más altas, tienen una característica innovadora. Sus creadores han conseguido lo que parecía imposible: lograr un clima confortable en el interior del edificio sin necesidad de utilizar un enorme sistema de aire acondicionado.
Mantener la temperatura óptima para que los oficinistas trabajen en un edificio bajo un sol abrasador en un clima donde las temperaturas estivales rondan constantemente los 40ºC a la sombra no es tarea fácil. Abu Dhabi es ciertamente más confortable en invierno, en torno a los 20-25ºC, pero por desgracia sólo dura 3 meses, de diciembre a febrero, y luego la temperatura empieza a subir de nuevo. En tales circunstancias, la construcción de edificios de gran altura genera enormes costes energéticos para su mantenimiento, la mayor parte de los cuales se gasta en refrigeración por aire. Los países del Golfo, ricos en hidrocarburos, no se habían dejado disuadir hasta ahora, pero recientemente se ha impulsado la construcción de edificios ecológicos con materiales y tecnologías innovadores, también en los EAU, para minimizar la emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera. Un mal barrio: cómo un lago rico en peces se convirtió en pocos días en una masa de agua muerta Los autores del proyecto son ingenieros de Aedas Architects Ltd, especializados en el diseño y la construcción de edificios insólitos en todo el mundo. Para evitar el sobrecalentamiento de las fachadas exteriores del edificio, los rascacielos se cubrieron con una gigantesca pantalla de celosía que se movía y daba sombra según la intensidad de la luz solar. La innovadora estructura de rejillas móviles envuelve las torres por todos sus lados excepto por el norte, donde no es necesaria. Su inteligente diseño se controla mediante un programa informático y proporciona una temperatura interior más agradable porque retiene aproximadamente la mitad de los rayos solares. El edificio tiene sólo 29 plantas, lo que no es mucho para los rascacielos modernos, y la altura total de las torres es de 145 metros. Alberga oficinas de funcionarios y varios centros de negocios. El edificio recibió un prestigioso premio internacional por su original solución al problema de la calefacción de superficie, bien merecido, dado que se trata de un hallazgo realmente valioso en un clima desértico.
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