El problema de los residuos plásticos lleva años debatiéndose, pero no se ha logrado ningún avance serio. Cada vez más expertos creen que no es realista reciclar todo el plástico, ni siquiera una parte significativa. En este contexto, los ecologistas e ingenieros se fijan cada vez más en el aluminio. ¿Puede realmente sustituir al plástico y resolver todos los problemas?
Se puede clasificar la basura, capturar residuos plásticos en ríos y océanos, recogerlos en los campos y en las calles de las ciudades, pero eso no es ninguna solución. Los ingenieros y tecnólogos afirman que es mucho más rentable producir un nuevo lote de plástico a partir de hidrocarburos que reciclar los materiales reciclables, que son complejos y requieren varias etapas. Los polímeros que componen los productos plásticos requieren condiciones especiales de transformación y, en la mayoría de los casos, las botellas de plástico no pueden reciclarse en su totalidad y convertirse en materias primas; en cualquier caso, quedarán residuos. Pero todas estas molestias pueden evitarse utilizando aluminio como material para envases y embalajes. En la actualidad, el aluminio ya se utiliza ampliamente en la industria alimentaria. Las latas de bebidas desechables son uno de los ejemplos más conocidos de su uso. Los expertos señalan que las latas de aluminio, con un sistema de reciclado bien organizado, prácticamente no tienen caducidad: cualquier lata de aluminio usada puede volver a convertirse en un nuevo envase. El material tiene un alto potencial de reciclado, lo que es muy importante en la producción mundial actual. Un mal barrio: cómo un lago rico en peces se convirtió en pocos días en una masa de agua muerta Algunas de las empresas mundiales de bebidas y otros alimentos ya han anunciado el cambio al aluminio. Al prescindir del plástico, contribuyen a resolver el problema de los residuos interminables que contaminan el planeta y empeoran la salud de animales y humanos. El aluminio podría sustituir al plástico en muchas aplicaciones, sobre todo como envase alimentario, en un futuro próximo. Según los ecologistas, es mucho más rentable y fácil reciclar. Por ejemplo, en Alemania, Suecia, Japón y Brasil más del 90% de las latas de bebidas de aluminio usadas se recogen y reciclan en la actualidad. En muchos países europeos esta cifra supera el 50%. Pero en el caso de los plásticos, esto aún está muy lejos: a pesar de los esfuerzos de los activistas medioambientales y de las empresas concienciadas con la salud, sólo una fracción de todos los plásticos se recogen, clasifican y envían a reciclar. Está claro que el futuro es de aluminio, pero aún no se sabe cuándo llegará ese futuro feliz.
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