Hoy en día, cuando oímos la palabra «publicidad», pensamos en los famosos anuncios que hemos visto en la televisión, en los banners de varios sitios web en Internet o, al menos, en una valla publicitaria brillante e iluminada. Así que lógicamente pensamos que todo eso que se llamaba publicidad, por ejemplo, hace cien años, en realidad es difícil llamarlo así. Sin embargo, la publicidad se ha desarrollado sorprendentemente bien.
En la Rusia zarista había un número increíble de servicios; desde finales del siglo XIX, las empresas tenían que competir entre sí, de ahí la necesidad de destacar mediante la publicidad. Y había algo más que una simple señalización. Los carteles a medida, coloristas y muy creativos, muestran el espíritu de una época pasada. Se promocionó todo. La publicidad se dirigía principalmente a los ricos de las grandes ciudades. A menudo los carteles eran dibujados por artistas famosos como Rodchenko o Malevich, mientras que Mayakovsky y Yesenin participaban en la redacción de los textos. Los eslóganes eran muy vívidos. La publicidad de automóviles, especialmente los de fabricación extranjera, era enormemente popular. Bastaba con añadir a la publicidad que el coche era ideal para las carreteras rusas, y las ventas estaban aseguradas. El carsharing tampoco es un fenómeno nuevo. En el Imperio Ruso era fácil alquilar un carruaje. Los premios más importantes del Imperio Ruso Veamos qué otros productos se ofrecían a los consumidores hace casi siglo y medio.
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