La realidad actual es que tendremos que acostumbrarnos a vivir con el virus en los próximos meses, tal vez un año, y seguir tomando todas las medidas para mantenernos a salvo a nosotros mismos y a nuestros seres queridos. China ha conseguido derrotar a la enfermedad y el país empieza a volver lentamente a la vida, pero aún no se han relajado las precauciones. La gente sigue intentando mantener las distancias en los lugares públicos. Las escuelas del país acaban de abrir sus puertas y, sin duda, hay algo que sorprende: los niños chinos llevan extraños sombreros que les facilitan distanciarse de sus compañeros.
En una escuela de Hangzhou se inventó un inusual casco para la cabeza. Antes de salir de las vacaciones de cuarentena, los profesores pusieron deberes a los padres: tenían que hacer sombreros con dos metros de salientes en distintos lados. Ahora los niños los llevan a clase. Los alumnos más jóvenes son notoriamente inquietos y les resulta más difícil mantener las distancias. Estos sombreros pueden ayudar a mantener a los niños al menos a un metro de distancia unos de otros. Está prohibido quitarse el sombrero y no se les permite entrar en la escuela sin él. Las fotos muestran que los sombreros son caseros y que los padres los han hecho literalmente con cualquier medio que tuvieran a mano. Cinco razones por las que me encanta Kuala Lumpur Por cierto, esos sombreros no son nuevos en absoluto, sino que se toman prestados del pasado. Durante la dinastía Song, los funcionarios de la corte llevaban tocados con largas plumas a los lados: así era mucho más difícil que se confabularan.
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