Cerca de la frontera sur de Nuevo México hay un lugar completamente extraño con un paisaje fantástico, llamado White Sands. El Monumento Nacional, una interminable extensión de dunas blancas, es sorprendentemente desolado y a menudo desorienta a los viajeros intrépidos. Pero para el fotógrafo Navid Barati, estas características hacían de White Sands un lugar aún más atractivo.
Recorrió Nuevo México durante cinco días, pero nunca encontró un lugar más atmosférico e impresionante para rodar. Aquí, Barati tomó impresionantes fotografías que captan la maravillosa tranquilidad, incluso la belleza de otro mundo, del paisaje local. Tomó fotos al atardecer y al amanecer para mostrar cómo White Sands cambia con la luz.
Los premios más importantes del Imperio Ruso
Comparte esto: