En las profundidades de las tierras salvajes de Dartmoor, en Inglaterra, se encuentra el Bosque de Whistman, un lugar antiguo, parecido a un cuento de hadas. Pintoresco, oscuro y aparentemente irreal, no es de extrañar que este inquietante lugar aparezca en tantas escalofriantes leyendas y otras obras del folclore. Pero eso no impidió que un fotógrafo de talento como Neil Burnell se atreviera a enfrentarse al misterio del bosque siempre nublado. Hizo un gran trabajo centrándose en su encanto místico.
Un mal barrio: cómo un lago rico en peces se convirtió en pocos días en una masa de agua muerta
Comparte esto: