En el mundo actual, la publicidad se ha convertido en una importante herramienta social. Y mucha gente cree que es un fenómeno muy reciente, pero no es así ni mucho menos. En la Rusia prerrevolucionaria, por ejemplo, existía la publicidad social. Al mismo tiempo, sus temas no parecen haber perdido vigencia.
Los orígenes de la publicidad social se encuentran al otro lado del océano: el primer anuncio de este tipo fue producido en 1906 por la Asociación Cívica Americana. Eran carteles que pedían la protección de las cataratas del Niágara, que sufrían las consecuencias de los productos de las compañías energéticas. Como puede ver, incluso hace un siglo, la cuestión medioambiental era un tema candente. Y aunque 1906 se considera el año de nacimiento de la publicidad, se pueden encontrar ejemplos anteriores en Rusia.
En nuestro país, ya en tiempos petrinos aparecieron entre el pueblo unos sencillos pero muy populares «luboks edificantes», como se llamaban entonces. Eran cuadros en los que estaban escritas verdades bien conocidas: «no hay que beber», «hay que obedecer al marido en la familia», «el juego trae problemas». Por regla general, tenían ilustraciones brillantes.
Como era de esperar, los temas favoritos se convirtieron en instructivos. Con el desarrollo de la publicidad, hacia el siglo XX, los carteles se hicieron más detallados. Incluso hoy en día sorprenden por su nivel artístico. Es interesante que las imágenes de los mocasines instructivos no sólo fueran coloridas, sino que también estuvieran pensadas hasta el más mínimo detalle. Algunos de los carteles fueron creados por los artistas más famosos de su época: Mikhail Vrubel, Boris Kustodiev, Viktor y Apollinariy Vasnetsov y muchos otros. Un mal barrio: cómo un lago rico en peces se convirtió en pocos días en una masa de agua muerta El tema más popular para la publicidad era la caridad. A menudo ocurría que la gente de los pueblos pasaba hambre debido a las malas cosechas, y esto se convertía en una ocasión para mostrar caridad creando algún cartel que atrajera la atención del público. Los llamamientos fueron muy específicos, asegurándose de especificar quién, cuánto y para qué se necesitaba la recaudación. Tras el estallido de la Primera Guerra Mundial, la publicidad social adquirió un aspecto totalmente distinto. Ya no era simplemente un instrumento de enseñanza o educación, sino un medio de comunicación entre las autoridades y el pueblo llano. Mientras la economía del país se tambaleaba, los carteles empezaron a pedir que se prestara dinero a interés, lo que entonces se conocía como préstamos de guerra. La recaudación de fondos para el frente también corrió a cargo de famosos grupos de personas: artistas, artistas, poetas y bomberos. No faltaron recaudaciones específicas para los militares. Se pidió a los soldados que ayudaran con un propósito específico: «Para tabaco», «Para baños portátiles», «Para literatura». Se puede decir que desde la Revolución, la publicidad se ha hecho más popular que nunca, adquiriendo el estatus de la forma más poderosa de crear opinión social.
Anuncio social del siglo XX ‘Vino de lúpulo’
Anuncio social del artista Leon Bakst «Bazar benéfico de marionetas»
Publicidad benéfica social del siglo XX
Publicidad social para préstamos de guerra, principios del siglo XX.
Призыв помочь солдатам табаком, начало XX века «>
Publicidad social «Dona al soldado para baños portátiles en las trincheras», principios del siglo XX.
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