Los astrónomos están haciendo grandes planes, que esperan alcanzar en 2032. A continuación le indicamos de qué proyectos estamos hablando.
Tres direcciones
La Academia Nacional de Ciencias ha estado muy ocupada planificando proyectos astronómicos y ha publicado un informe que recopila las principales tendencias astronómicas. El informe se llama Astro2020 Decadal Survey (ADS) y estaba previsto que se publicara en 2020, como indica el título, pero debido a la situación epidemiológica actual la publicación se ha retrasado.
Foto: 23998289/pixabay.com El informe identifica tres áreas principales en las que trabajarán los científicos hasta 2032. La primera dirección está relacionada con el estudio de las galaxias; el objetivo principal es conocer todas las sutilezas de la formación de los sistemas galácticos y los procesos evolutivos en ellos. El segundo es el descubrimiento de exoplanetas. Los científicos esperan utilizar el telescopio James Webb, así como el observatorio Nancy Grace RST, para obtener información hasta ahora desconocida para nosotros. Por ejemplo, determinar la composición química y los rastros de vida en un exoplaneta dado. Por último, la introducción y el uso de nuevos instrumentos astronómicos nos permitirán estudiar fenómenos actualmente inaccesibles. Por cierto, hace poco hablamos de los exoplanetas y sus características, léelo aquí. Dadas las orientaciones expuestas, está claro que la tarea principal es construir un telescopio de tal potencia que permita estudiar tanto los exoplanetas como los procesos galácticos. Está previsto que el telescopio funcione en una amplia gama de ondas, y su tamaño no será inferior a seis metros. Se calcula que la construcción de una unidad de este tipo costará unos 11.000 millones de dólares, y no podrá ponerse en marcha hasta 2040. Como puede verse, la invención de este telescopio espacial está fuera de plazo, por lo que los científicos se centran en otras opciones. Extravagantes trajes vintage de diferentes naciones que trascenderán la moda moderna Foto: WikiImages/pixabay.com Por ejemplo, los modelos capaces de operar en el espectro medio e infrarrojo, así como en rayos X, son prometedores para el trabajo. Se trata de Origins y Lynx, el primero para el estudio de los exoplanetas y el segundo para el de las galaxias. Estos instrumentos espaciales serán muchas veces más sensibles que los de que disponemos actualmente. Su lanzamiento está previsto provisionalmente para 2030, y el coste de cada uno de ellos no debería superar los 5.000 millones de dólares. Si quieres saber cómo se fabrica un espejo para un telescopio gigante, consulta nuestra otra publicación.
Foto: Pexels/pixabay.com
Misiones grandes y pequeñas
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