Ilon Musk está muy a menudo en el punto de mira de la prensa mundial. Esta vez la empresa Space X, que dirige, ha lanzado 60 satélites Starlink y una vez más ha sido noticia. Pero menos de una semana después del lanzamiento, ya se oyen voces de descontento con el nuevo proyecto global. La mayoría de ellas proceden de astrofísicos y astrónomos aficionados, que creen que el despliegue de este sistema provocará una mala visibilidad y reducirá la calidad de las observaciones del cielo nocturno.
El objetivo del lanzamiento de un nuevo sistema de comunicaciones por satélite es proporcionar acceso a Internet de alta velocidad y bajo coste en la mayor parte de la superficie del planeta. Para alcanzar este objetivo, se lanzarán más de 10.000 satélites en los próximos años. Mientras tanto, hay 60 satélites orbitando la Tierra, sin contar varios satélites de prueba. El brillante «tren» de satélites Starlink alineados puede verse en muchos países y periódicamente aparecen en Internet imágenes de los nuevos satélites contra el cielo nocturno. Pero el entusiasmo y la fascinación por los nuevos objetos del cielo estrellado no los muestran todos. El hecho es que, según los astrónomos, estos satélites son demasiado brillantes, y su gran número y proximidad no hacen sino exacerbar este efecto. Un brillo excesivo interfiere en las observaciones y puede interferir con los telescopios terrestres. Cinco razones por las que me encanta Kuala Lumpur Ilon Musk, por su parte, señaló que no ve amenazas graves para las observaciones astronómicas, pero aún así prometió resolver este problema reduciendo la reflectividad de las superficies de los satélites. Además, el empresario señaló que una vez que todos los satélites estén en su órbita prevista, su posicionamiento en el cielo nocturno cambiará y no causarán ninguna interferencia.
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