Las enormes bocanadas de humo liberadas a la atmósfera por incendios forestales incontrolados pueden afectar a la salud de personas que viven a cientos de kilómetros de distancia.
Un problema universal
Cada año miles de incendios arrasan bosques, praderas y humedales en todo el planeta. Cuando estos incendios queman árboles, arbustos, hierba y turba, se liberan al aire enormes cantidades de humo, hollín y otros contaminantes. En los grandes incendios, el humo puede ascender muchos kilómetros hasta la estratosfera y propagarse por las regiones, causando contaminación atmosférica en zonas alejadas de donde realmente ardían las llamas.
Foto: mirkobozzato/pixabay.com Un profesor del Instituto de Ciencias Químicas y Técnicas de Patras (Grecia) aborda el problema de los incendios forestales e intenta averiguar cómo sus emisiones modifican la atmósfera y qué impacto tienen en la salud humana. El equipo de científicos toma regularmente muestras de aire en tres lugares de Grecia: Creta, Atenas y Patras. Estos datos se combinan con muestras proporcionadas por colaboradores de todo el mundo. Al examinar las muestras, los científicos intentan identificar signos específicos de incendios y también controlar lo que ocurre con el humo una vez que entra en la atmósfera. Si quieres saber cómo se forma el smog en las megaciudades, consulta nuestro otro artículo. Las cosas son aún peores en las ciudades. Esto se debe a que las emisiones de los incendios forestales se mezclan con enormes cantidades de gases de escape de los automóviles, aumentando los niveles de ozono en la atmósfera. Investigadores de la Universidad de California estudian ahora la relación entre la formación de ozono y las emisiones de los incendios forestales, y cómo la química del aire se ve afectada por el cambio climático. ¿Cuál es el peligro del ozono atmosférico? Como componente principal de la niebla tóxica, el ozono puede causar problemas respiratorios a los seres humanos. Un mal barrio: cómo un lago rico en peces se convirtió en pocos días en una masa de agua muerta Foto: Nanira/pixabay.com Inhalar un aire tan tóxico también amenaza con crear una predisposición a las infecciones, puede provocar dificultades respiratorias y hacer que algunas personas sean más propensas a sufrir infartos. Al mismo tiempo, las partículas de humo contienen carcinógenos, lo que aumenta el riesgo de cáncer. También contamos cómo la niebla tóxica ha afectado a Nueva Delhi y lo que amenaza a sus habitantes.
Foto: Ylvers/pixabay.com
Peligro urbano
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