Inspirado en Disneylandia
Nikita Jruschov y su familia viajaron a Estados Unidos en 1959. Su familia pudo visitar la mundialmente famosa Disneylandia. El propio Jruschov no pudo visitarlo, ya que las autoridades estadounidenses no podían proporcionarle seguridad en el lugar. Pero su mujer vio un edificio en el parque que le impresionó tanto que se lo contó a su marido. Lo cierto es que este edificio fue un experimento de una universidad técnica estadounidense y estaba hecho de plástico. Nikita Jruschov se inspiró en la idea y decidió intentar hacer algo similar en la URSS.
Te hablamos de un aldeano corriente que creó un museo con sus propias manos, donde todos los objetos expuestos son de plástico.
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Aplicación soviética
Pasaron dos años desde la visita de Nikita Jruschov, y los arquitectos encargados le presentaron el primer diseño. Según la idea, la casita de plástico debía constar de dos plantas. El primero de ellos no estaba destinado a vivienda: en él se encontraban todas las instalaciones técnicas necesarias. La primera planta ya era habitable: tenía una superficie de algo menos de 50 metros cuadrados.
Este tipo de construcción tenía varias ventajas. En primer lugar, se tardaba muy poco en construir una cabaña si se disponía de todos los detalles. En segundo lugar, el coste de la vivienda era inferior al de las casas estándar de Jruschov.
La casa de campo que se construyó se convirtió casi en un punto de referencia. Fue en Leningrado, y mucha gente de todo el país vino a verlo con sus propios ojos. No estaba habitada, lo que facilitaba la visita de los turistas. Tras unos años observando esta casa, decidieron construir un edificio de cinco plantas en Moscú. Y la gente ya vivía en él, hasta los años ochenta, como en un edificio ordinario de Jruschov. Pero ahora no hay ningún edificio, han sido demolidos.
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Por qué las casas de plástico no se han popularizado
Aunque el proyecto se hizo popular entre la gente y seguramente habría tenido demanda, se detuvo la construcción de este tipo de casas. Había razones objetivas para ello. El mantenimiento resultó problemático: era más caro que la misma manipulación en las casas ordinarias de los Jruschov. Luego estaba el problema de que los plásticos no estaban preparados para fluctuaciones drásticas de temperatura. Tenían un efecto muy adverso en la construcción: empezaba a deteriorarse. Por último, la construcción de este tipo de casas fue calificada de «individualismo habitacional», muy desaconsejado en la época, y ésta fue una de las razones más importantes por las que el proyecto no pasó de ser una curiosidad temporal.
Los premios más importantes del Imperio Ruso
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Las casas de plástico no sólo existían en EE.UU. y Rusia. Se construyeron en muchos países y su popularidad alcanzó su punto álgido en las décadas de 1950 y 1970. Se caracterizaban por su forma inusual y su facilidad de montaje. En algunos de ellos aún vive gente.
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