Científicos de China han anunciado que el país tiene la intención de construir un observatorio astronómico completo en la Antártida. Hay varias estaciones científicas en el continente que realizan observaciones astronómicas, pero esto es sólo una pequeña parte de lo que podría estar a disposición de los observatorios. Nadie ha construido antes instalaciones de este tipo en el propio continente helado: China será la primera. Pero, ¿por qué querrían los chinos tomarse tantas molestias, si la Antártida está tan lejos y el clima allí es increíblemente difícil para trabajar y construir?
Los cielos despejados son maravillosos
Para los astrofísicos, el buen tiempo es más importante que nadie. Y aunque otros científicos pueden trabajar sin prestar atención a los caprichos del tiempo, para la observación del cielo es importante que haya el mayor número posible de días despejados y sin nubes al año en los que el espacio esté disponible para la observación. En la parte de la Antártida que los chinos han elegido construir, que es el Domo A, está despejado y hace frío la mayor parte del año.
Además, el aire aquí es seco y libre de todo tipo de impurezas, lo que también es bueno para la observación. El continente austral es un lugar ideal en este sentido, pero no es su única ventaja. El hecho de que las observaciones en la Antártida puedan realizarse prácticamente las 24 horas del día durante varios meses es también una gran ventaja. Abre nuevas oportunidades para los astrónomos y plantea nuevos retos que no pueden resolverse en ningún otro lugar del planeta. Todos los mejores observatorios del mundo se encuentran en los rincones más remotos del planeta. Por ejemplo, el desolado desierto de Atacama (Chile) está plagado de observatorios de todo el mundo y siguen construyéndose allí nuevas instalaciones. Las laderas de los volcanes de Hawai, alejadas de las zonas densamente pobladas del planeta, también están densamente pobladas por astrónomos. Extravagantes trajes vintage de diferentes naciones que trascenderán la moda moderna Se trata de la contaminación lumínica en el cielo. Cuanto más cerca de las zonas pobladas se encuentre una instalación de investigación espacial, menos posibilidades tendrán los astrónomos de detectar algo sensacional o simplemente de realizar observaciones de calidad. Esta es la razón por la que los científicos se adentran en medio de la nada, para alejarse de la civilización y de las luces de las ciudades nocturnas. La Antártida está ciertamente lejos de la contaminación lumínica, pero no es sólo eso. La altura es otro factor clave. Cuanto más alto esté el punto de observación en el cielo nocturno, mejor. Esto ayuda a evitar las interferencias que impone la atmósfera, ya que incluso el aire más claro y transparente absorbe o distorsiona parte de la información, creando interferencias. Al reducir la altura, aunque sea ligeramente, se reduce la distancia a los objetos observables, lo que facilita el trabajo de los astrónomos. Teniendo en cuenta todos los factores anteriores, la Cúpula A, o Cúpula Argus, resultó ser la ubicación más idónea para el futuro observatorio. El lugar, en la parte oriental del continente, se encuentra a cuatro kilómetros sobre el nivel del mar, el punto más alto de toda la Antártida. Y fue allí, a 1.200 kilómetros de la costa, donde los ingenieros chinos se dispusieron a construir el observatorio. Cabe destacar que no sólo es el lugar más alto, sino también el más frío de la Antártida. No lejos de aquí se encuentra la estación rusa de Vostok, un lugar muy conocido por sus bajas temperaturas durante todo el año. La estación china de Kunlun ya funciona en la Cúpula A, pero construir un observatorio completo es un proyecto más complejo y, dadas las duras condiciones climáticas, será muy difícil de llevar a cabo. Pero los expertos chinos confían en que sus esfuerzos den sus frutos: las primeras observaciones muestran que la calidad de las imágenes del cielo estrellado obtenidas en la Cúpula A es varias veces mejor que la de las tomadas en los mejores observatorios del planeta.
La ubicación de la nueva estación está casi siempre despejada y la visibilidad es excelente
Noche polar
Noche polar en la Antártida
Cuanto más lejos mejor
En la Antártida no hay megaciudades ni siquiera pequeños pueblos, sólo estaciones científicas
Cuanto más alto, más preciso
La altura permite resolver una serie de problemas
Cúpula A
Cúpula A – emplazamiento del futuro observatorio
Estación Kunlun en la Antártida
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