Todos conocemos las tristes historias de Chernóbil, Fukushima y Three Mile Island. Estas catástrofes causaron daños irreparables al medio ambiente y a la humanidad. Sin embargo, a pesar de la pesadilla de lo ocurrido, se trató de hechos aislados, cuyas consecuencias los expertos se esforzaron por mitigar. Sin embargo, hay lugares en nuestro planeta que siguen amenazando la vida y la salud humanas. Lo peor de todo es que muchos son lugares de los que nunca hemos oído hablar. Tomemos, por ejemplo, un lugar llamado Geamana, en Rumanía.
Geamana es un pequeño pueblo rumano enclavado en el valle de los montes Apuseni. Hace poco más de cuarenta años, este lugar iba a convertirse en la mayor mina de cobre del país. En ese momento, unos mil aldeanos fueron reubicados urgentemente.
Andi Schwetz, fotógrafo alemán, viajó recientemente al valle para ver por sí mismo cómo es el pueblo ahora y qué impacto ha tenido la minería del cobre en el medio ambiente. Las imágenes tomadas por el fotógrafo alemán me producen escalofríos.
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