Jacqueline Roberts nació en el París amante de la libertad y librepensador de finales de los turbulentos años sesenta. Estudió Políticas en la universidad y después trabajó durante bastante tiempo en diversas organizaciones internacionales. Pero en algún momento la fotografía llegó a su vida para cambiar por completo el estilo de vida y la línea de trabajo de la francesa. Hoy Roberts vive y trabaja en Alemania y tiene marido y tres hijos.
La obra de Roberts es una serie de cándidos y conmovedores retratos de niños. Ha ganado numerosos concursos de prestigio y sus fotografías han sido portada de revistas, libros y álbumes de música. Sin embargo, lo más sorprendente de Jacqueline Roberts son sus métodos profesionales. Es autodidacta y trabaja siempre con cámaras de gran formato, y lo suyo es el cine y las primeras técnicas fotográficas.
Jacqueline Roberts tiene la audacia de popularizar la fotografía del siglo XIX en la era de la tecnología digital. La antigua técnica de las placas fotográficas mojadas que utiliza una mujer para capturar una imagen realza el impacto psicológico y emocional de la foto, haciéndola inolvidable. Este método se inventó a mediados del siglo pasado y también se denominó colodión. Requería un cuarto oscuro portátil y muchos conocimientos y habilidades sofisticados.
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