Aunque a veces lo olvidemos, el arte no tiene por qué ser elaborado, a gran escala o requerir grandes fondos. Sería difícil encontrar mejor prueba de esta afirmación que la vida de Mario Mariotti, un artista italiano reconvertido. Este hombre, que ya no está entre nosotros desde hace 23 años, se hizo famoso por abandonar en un momento dado su carrera musical, bastante exitosa, para dedicarse al arte sencillo en el lienzo más accesible: sus propias manos.
Con nada más que gruesas pinturas al óleo y un soporte corriente, Mariotti transformaba sus manos cubiertas de pelo en una gran variedad de creativas figuras, personas y animales. Su imaginación era asombrosa y perfecta. El propio artista decía que utilizaba sus ideas como trampolín para su propia creatividad y que el juego de la imaginación podía dar a luz nuevos mundos.
Un mal barrio: cómo un lago rico en peces se convirtió en pocos días en una masa de agua muerta
Comparte esto: