Para una joven, el tiempo en cuarentena no ha disminuido, y el aislamiento no ha tenido ningún efecto en su deseo de ayudar a los demás. Desde que comenzó la pandemia, Chelsea Fair, de diez años de edad, ha enviado más de 1.500 kits de pintura a albergues para personas sin hogar, escuelas para niños afectados por la violencia armada y refugios para mujeres. La caridad es desde hace tiempo una de sus pasiones. Dedica la mayor parte de su tiempo a alegrar los días de otros niños.
Los kits que Chelsea ha enviado a los necesitados incluyen rotuladores, bolígrafos de gel, libros para colorear, lápices de colores, pinturas y mucho más. Y éste es sólo uno de los proyectos de Chelsea’s Charity, fundada por la niña y su familia hace un año. La pequeña estadounidense lleva rogando a sus padres que hagan obras de caridad desde que cumplió siete años. El año pasado, en lugar de regalos de cumpleaños, pidió a la gente que donara dinero para poder comprar material artístico para los niños. Así que empezó a fabricar por su cuenta los kits que se ven en la foto.
A través de su proyecto, Chelsea quiere difundir el amor por el arte y mostrar a los niños cómo la creatividad puede curar incluso las almas más heridas. La propia estadounidense pasó por un momento difícil hace dos años. Entonces su instructor de natación murió trágicamente, le dispararon y murió. Chelsea afirma que el arte le ha ayudado a superar el trauma y a encontrar una salida emocional.
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