A principios de mayo, los sistemas por satélite registraron la presencia de una enorme isla en el Océano Pacífico que se dirigía hacia Australia. Su origen fue un volcán y la isla se consideró peligrosa para los buques marítimos que pasaban por la zona. Pero lo que resultó ser un problema para los marinos fue una buena noticia para los oceanógrafos, ya que creen que podría tener un efecto positivo en la Gran Barrera de Coral. En nuestro reportaje le contamos exactamente cómo una isla de paso ayudará al arrecife de coral.
El origen de la misteriosa isla flotante fue un volcán submarino situado en Polinesia, cerca de las islas Tonga. El volcán entró en erupción y la lava de la superficie del agua se convirtió en trozos de piedra pómez. Este material poroso y ligero fue atrapado por la corriente y comenzó a derivar hacia el oeste. Las imágenes por satélite sugieren que la nueva isla ocupa más de 140 kilómetros cuadrados. Algunos trozos de piedra pómez han alcanzado tamaños impresionantes, por lo que se ha advertido del peligro a los navegantes que pescan y viajan por esta parte del océano Pacífico. La Gran Barrera de Coral, cuyo estado preocupa mucho a los científicos, se encuentra justo en el camino de una enorme migración de islas de piedra pómez. Científicos australianos de la Universidad Tecnológica de Queensland creen que la isla de piedra pómez es un increíble golpe de suerte. El hecho es que los pólipos de coral, los mismos organismos que forman la columna vertebral de la Gran Barrera de Coral, comenzarán su temporada de reproducción en esta parte del Océano Pacífico en las próximas semanas. Se encuentran no sólo en este arrecife, sino también en muchos otros sistemas arrecifales del océano occidental. Durante la fase inicial de su vida, la larva del pólipo de coral es muy pequeña y se desplaza libremente por la columna de agua, para depositarse en el fondo tiempo después y dar lugar a un nuevo pólipo de coral. Los premios más importantes del Imperio Ruso Los científicos creen que las larvas de pólipos de otros arrecifes de coral podrán adherirse a trozos de piedra pómez y con ellos realizar una importante migración hacia el oeste. Los nuevos pólipos podrán diversificar la composición de especies de la Gran Barrera de Coral y pueden ser beneficiosos para el arrecife, aumentando la resistencia de todo el sistema arrecifal. A modo de recordatorio, en los últimos años el mayor arrecife de coral del planeta ha sufrido las consecuencias del aumento de la temperatura del agua y de los altos niveles de contaminantes en el Mar del Coral, lo que ha provocado la muerte de pólipos y la degradación general de este ecosistema único.
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