Los animales no son ajenos a los instintos maternales y los sentimientos de afecto. En la naturaleza, hay casos en que los animales cuidan de sus seres queridos y a veces incluso aceptan a un extraño en su familia. Por ejemplo, hace varios años, en la Reserva Natural de Kamchatka, una osa adoptó a una cría que no era suya y la salvó de la muerte. Pero los cachorros también pueden cuidar de su madre, como muestra el siguiente vídeo.
Este caso tuvo lugar en un pequeño pueblo de Siberia Oriental, donde la afición favorita de muchos hombres es la pesca. Un pescador local había ido a su lugar favorito junto al río a por su captura. La pesca iba bien, después de un par de horas el hombre tenía varios peces grandes. Fue en ese momento cuando un pequeño osezno salió al río.
El hombre decidió compartir su captura con el pescador, y el cachorro se comió un pez con gusto, y luego desapareció en el bosque. El hombre decidió compartir su pesca con el pequeño, que se comió un pez con gusto y luego desapareció en el bosque. El hombre compartió otro pescado con el pescador, pero el niño no cogió la comida, sino que se internó en la espesura del bosque. El pescador tenía curiosidad por saber qué haría el cachorro con el pescado, así que lo siguió hasta la espesura. Ocurrió lo inesperado – vea lo que pasó en el vídeo a continuación.
Aquí contamos otra historia sobre un pescador que echó una mano a un osezno: el hombre salvó al osezno y éste se lo agradeció.